sábado, junio 24, 2006

Grandes Villanos II Los Borg

Una frase, cruel y poderosa, define a los Borg: “La resistencia es fútil”.
Bajo tales parámetros, se ampara una raza de alienígenas para quienes los términos “bien y mal” son irrelevantes. El honor, la lucha, el miedo, la negociación … todo es irrelevante. Todo excepto la asimilación, y su resistencia, que es fútil.

Corría la segunda temporada de la serie Star Trek: La Nueva Generación cuando irrumpen en la pantalla los Borg. Su aparición tiene como teloneros a dos personajes recurrentes de la serie ( Q y Guinan ), interpretados por dos actores conocidos: John de Lancie y Whoppi Goldberg, respectivamente. El contexto también resulta más que curioso. La serie no corría peligro, pero los productores y Genne Roddenberry habían fracasado estrepitosamente en la creación de los que consideraban, un año antes que debían ser la raza de seres malvados con quienes la Federación había de pelear; los Ferengui. Los seguidores daban poca credibilidad a esos personajes y, si bien no fueron descartados por completo, los enemigos de siempre no les parecían suficiente para la saga; buscaban algo más. Los Borg serían la segunda de otras muchas razas que irían apareciendo en la serie, como los cardasianos, los bayoran, los trill etc.

El departamento creativo se centró en la creación de un enemigo poderoso, insensible, temible, voraz, despiadado, cruel … Alguien que no pudiera ser derrotado, no sólo con el poder las palabras o la razón, sino también de las armas. Una raza que pusiera en jaque a todos y cada uno de los personajes de la serie, no parecía algo trivial y el resultado, por así decirlo, fue bueno.

Para quienes no han visto nunca a un borg, voy a intentar hacer una descripción exhaustiva. Los Borg son una raza de seres que están integrados dentro de un pensamiento único, funcionan como una colmena o una asociación animal básica. Disponen de millones de individuos interconectados entre sí y que están compuestos de una parte corporal y otra cibernética. Los Borg asimilan a otras culturas e integran a esos individuos dentro de su colmena; dotándoles de partes y miembros mecánicos. A ese proceso le llaman asimilación y una vez asimilado, revertir el proceso resulta complejo y, en la mayoría de los casos, imposible. Cuanto más tiempo se está asimilado, más difícil y peligrosa resulta la desconexión de la colmena. El proceso de asimilación consiste en incorporar todo aquello que consideren ventajoso para el bien del colectivo de la raza asimilada. El proceso de asimilación no es voluntario y, por consiguiente, con cada proceso los Borg aprenden más y más y evolucionan. Los Borg sólo reconocen la asimilación como el método válido de adquisición de conocimientos y evolución. Su meta, a largo plazo pero real, es la perfección. Para ello no dudan en incorporar la cibernética a su estructura corpórea y desechar lo que no sirve a sus propósitos. Otra de las características que define a estos personajes malvados es su forma de hablar, siempre en plural. “Somos los Borg.”

¿Qué hace de los Borg unos seres tan temibles y malvados? Su aspecto contribuye; no se puede negar, pero no me cabe la menor duda de que no es el punto más interesante. Lo temible de los Borg es la falta de arrepentimiento sazonada con una crueldad implícita. Cuando vemos a un animal cazar a otro para su manutención y darle muerte, no vemos compasión en su mirada, como mucho vemos hambre. Así de cruel es la naturaleza; unos deben morir para que otros sobrevivan. Los Borg llevan esa idea al extremo impropio de una cultura racional. Evolucionan y asimilan sin piedad, ni remordimiento. Todas las criaturas están a su disposición para servirles y lo llevan al extremo de decirles a sus víctimas que la resistencia resulta inútil y que lo que piensen acerca de su situación no es importante. De la misma forma, un león no le pide al cervatillo perdón antes de romperle cuello y devorarlo.

¿Cuál es la metáfora que representan estos personajes malvados? En cierta medida, simbolizan la evolución llevada a un extremo deshumanizado, tan cruel como odioso. A menudo, pensamos que la evolución aportará inteligencia, cultura, erudición a nuestra sociedad; pero cuando vemos la propuesta de Star Trek, al menos a mí, no me parece imposible que algo parecido llegara a sucedernos a nosotros. Matizo esta idea que me parece importante. No es que cuando miremos a los Borg nos veamos reflejados a nosotros mismos, sino que nos vemos reflejados con un espejo que distorsiona nuestra imagen, pero a la vez nos ofrece una reminiscencia de lo que pueda ser. ¿Podrá en el futuro la tecnología apoderarse de nosotros mismos? Ciertamente, da la sensación de que cada día esa idea es más probable.

¿Cómo enfrentarte a alguien que es superior a ti y que sólo desea comerte y escupir tus huesos? Resulta muy difícil y, si no, que se lo pregunten a los animales que día a día, sufren el acoso de otros en una lucha por la supervivencia que está por encima del bien y del mal. Esa es la lucha que caracterizará a los héroes de Star Trek contra los villanos Borg. Estos les avisan: “La resistencia es fútil”, pero sin esa resistencia a ser asimilado, el concepto de los Borg no tendría sentido. Lo bonito, creo yo, es ver la lucha contra la evolución que proponen estos villanos. La lucha sí es importante y simboliza mucho más que la mera confrontación de un héroe contra un antihéroe. En la idea de la resistencia, se simboliza no sólo la afrenta contra un agresor, sino la rebeldía contra una naturaleza que nos dice que le pez mayor, siempre acabará devorando al menor. La lucha contra los Borg implica enfrentarte a un destino casi inevitable.

En verdad, los personaje dan mucho juego. Durante la octava película de Star Trek, “Primer Contacto”, los Borg juegan un papel decisivo en la historia y ayudan en la construcción de un argumento sólido y bastante bien hilvanado. Además, en esa película aparece por primera vez el personaje de la Reina Borg que volverá aparecer como personaje relevante en la cuarta serie televisión de la saga Star Trek, “Voyager”. La reina es uno de los personajes más discutidos, porque parece invalidar la teoría de que los Borg son un colectivo. Los guionistas no tarden en mostrarnos que tal cosa no es posible, porque tanto la reina como el colectivo son una misma cosa. En boca de la Reina Borg en Star Trek: Primer Contacto: “Buscas una contradicción donde no la hay. Traigo orden al caos. Yo soy el principio y el fin. Aquel que es muchos. Yo soy el Borg”. Lo que es innegable es que resultaba tedioso y aburrido que los personajes de una serie acabaran siempre dándose cabezazos contra la misma voz. Se necesitaba un interlocutor válido para hablar con los Borg y que, de una forma o de otra, tuviéramos más información de ellos. La primera experiencia de la Reina durante la película “Primer Contacto” es un gran acierto. De hecho, tanto la Reina como “Data” (el androide de la serie) disfrutan de las mejores escenas de toda la película y, me atrevería a decir, que también de casi toda la saga. La reina matiza y enriquece el contenido de los Borg. Veamos alguna de sus frases.

“Valientes palabras. Las he escuchado antes, en miles de especies por toda la galaxia, desde mucho antes que fueras creado. Pero ahora, son todos Borg.”


Reina: Tú estás en el caos, Data. Tú eres la contradicción: una maquina que desea ser humano.
Data: Ya que pareces conocerme tan bien. Debes saber que estoy programado para evolucionar. Mejorarme a mí mismo.
Reina: Nosotros también buscamos mejorarnos, evolucionando hasta un estado de perfección.
Data: Disculpa. Los Borg no evolucionan, conquistan.
Reina: Pequeñas palabras, de una criatura pequeña, que ataca aquello que no logra comprender.


Como puede observarse, la calidad y rotundidad de los diálogos sólo es posible si hay alguien con quien interactuar. De esta forma, tal vez los Borg pierdan algo del misticismo y secretismo, pero ganan en fuerza porque su psicología, por así decirlo, se expande. En el diálogo anterior, incluso parece que justifiquen sus acciones. No resulta temerario afirmar que, en efecto, hay un antes y un después de los Borg desde el rodaje de la película: “Primer Contacto”.

Finalmente, también me gustaría decir que la idea de un colectivo que nos controle y nos asimile también forma parte de una idea recurrente, tanto en la literatura como en el cine. Por eso mismo, no debemos extrañarnos que, de alguna forma, sintamos aversión contra estos villanos que intentan insertarnos violentamente en su colectivo, donde perderíamos nuestra conciencia en vida. Reacciones de repulsión son comprensibles y de ahí, también parte el éxito de estos villanos cibernéticos.

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